Quizás fue la rutina, quizás tanta cercanía,
Puede que la monotonía, la absurda y bilateral sintonía,
Todo cuanto me motivo a caer, y de lo más alto descender.

Quemando todo a mí paso,
Voy sin freno a la extinción,
Ya escuchar voces no tiene caso,
Ninguna señal de detención disminuirá mis pasos.

Solo los ilusos caminan donde los ángeles temen andar,
Mas mi travesía siempre allí tuvo lugar,
Donde muchos vieron muerte, yo vi esperanza
Donde otros vieron la peor de las suertes, yo vi de nuevo confianza.

Y aunque al final me ha costado la vida,
Puedo decir que alcance lo que parecía inalcanzable,
Aunque ahora ya no haya ninguna salida,
Tuve por un instante efímero, la luz más brillante,
Pude sentir su brillo apasionante.

Más todo lo que hice y fui me trajo aquí,
Al borde del infinito consumiéndome poco a poco,
Pero aseguro que de nada me arrepiento tampoco,
Aunque cada fibra de mi ser hoy arda para siempre jamás,
Sé que llegue más allá que los demás.

Angeluz